hace días que tenia pendiente escribir un post sobre unas alpargatas que diseñé para una amiga. Hoy he decidido coger el lápiz y el papel en blanco para escribir cuando… ¡Ha aparecido Aida!
Aida es la chica para la que he diseñado estas alpargatas. Es una buena amiga que conocí en el trabajo (aquel que de vez en cuando os hablo) y que des de que la acogí como mi aprendiza no me la quiero sacar de encima ni en pintura.
A lo que iba, estaba pensando en que escribir y ha aparecido ella. Le he propuesto si quería escribir el post ella y la tengo a mi lado gastando tinta…
Así que ahí va la primera colaboración del blog, poco a poco ya habrá más.
AnA
UN POQUITO DE ROSA EN UN DÍA GRIS.
Hace unos días tuve un día de perros: el trabajo me supera, problemas personales… Total, el típico día que morderias al primero que te diga BUENOS DíAS.
Por suerte, mi gente me conoce y como ellos dicen, tu cara es un libro abierto. Pensé: “vete a la ducha, ponte el pijama y relájate. Todo se solucionará poco a poco.”
No tuve tiempo a llegar al baño cuando me encontré con Ana en el pasillo. Al ver mi cara me cogió del brazo, me sentó en la cama, me dio un pachús (chupa-chups para los demás) y me dijo suéltalo.
Ni me dio tiempo de saborear el caramelo que ya lloraba a moco tendida explicándole todo lo que me habia pasado aquel día. En esas que se pone a buscar dentro de su maleta y saca unas alpargatas rosas.
Unas alpargatas rosas aún con la goma que las sujetaba y me dice, pruébate la talla, que son para ti. Mi sorpresa vino cuando las abrí para probarlas y estaban todas garabateadas, si, eran rosas, pero con un mandala en negro que las hacía especiales y únicas.
¿Sabeis esa sensación de notar como un día gris ya no es tan malo y tiene un poquito más de color? Es una de las mejores sensaciones que puedo sentir y ¡si es rosa mejor!